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"El buen funcionamiento de la escuela depende sobre todo de la calidad formativa, en la relación entre profesores y estudiantes. Los alumnos se sienten motivados para dar lo mejor de sí mismos, cuando los docentes les ayudan a percibir el significado de lo que deben estudiar, en referencia a su crecimiento y a la realidad que les rodea. Esto vale para todas las escuelas, públicas y privadas, de todos los grados".

Juan Pablo II [1]

8. 2- VIRTUD DEL ORDEN

Breve Descripción de la virtud:

El alumno ordenado “se comporta de acuerda a unas normas lógicas, necesarias para el logro de algún objetivo deseado y previsto, en la organización de las cosas, en la distribución del tiempo y en las realización de las actividades, por iniciativa propia, sin que sea necesario recordárselo”.[1]

No se trata de “cuadricular la vida” sino de establecer unos mínimos que faciliten conseguir algunos objetivos muy valiosos.. Es cierto que los hábitos son la base de las virtudes pero hay que completarlos con la autoconciencia y la libertad.[2]

Propuesta de trabajo sobre la virtud del orden desde las actividades al aire libre

El trabajo de esta virtud comienza especialmente en el equipo que dirige la actividad. Ellos deben tener en cuenta que una clara jerarquía de valores, forma parte esencial de la virtud del orden; esta escala se convierte en el patrón ordenador de la misma. Por ejemplo al momento de ordenar una biblioteca el patrón ordenador pueden ser los autores, los temas, o los colores de libros, etc.

De la decisión con respecto a lo que se considera como fundamental en la actividad, surgirá una escala de valores que la conformará y de la cual deben estar muy compenetrados los integrantes del staff, ya que la facilidad en la toma de decisiones depende en gran medida de la claridad de objetivos.

No hay que olvidar que los docentes somos el ejemplo vivo de lo que se pretende enseñar, por lo tanto el orden material se convierte en la imagen de lo que se trasmite a los alumnos. Para esto el orden debe estar presente en la organización y disposición del campamento y para lograrlo es imprescindible el conocimiento de la zona en donde se realice, que de no ser posible visitarla previamente, al menos se deben tener los mayores detalles y referencias del lugar donde se realizará.

El orden no sólo hace referencia a las cosas materiales y su distribución, sino que tiene mucho que ver con la distribución del tiempo. De allí la importancia, como se apuntó oportunamente, de tener claro los objetivos del campamento y una buena planificación de actividades. Estas deben estar ajustadas a la realidad y contar con márgenes previstos de error. Inclusive es muy recomendable tener planes alternativos que no pierdan de vista el objetivo central, ante circunstancias que pueden aparecer, como por ejemplo cambios climáticos.

El tema de la puntualidad en el inicio de las actividades no debe ser una obsesión que altere el humor del campamento. Para no perder la formación en los caminos de la “formalidad”, la dinámica para el trabajo de la virtud del orden propuesta por el Dr. Alcázar es que, “Para un niño ordenar debe ser un juego[3] , relacionándolo con el apartado anterior recordemos el sistema de puntaje, unido a la reflexión en cuanto a las bondades de esta virtud para lograr una buena internalización. Al momento de considerar este aspecto, generalmente se pone de relieve en qué medida la puntualidad nos facilitó el logro de algún objetivo o la ausencia de la misma nos dificultó alguna tarea.

Para poder evaluar el orden con relación a las cosas de los alumnos, es importante para desarrollar hábitos prever momentos concretos donde se trabajará sobre el cuidado del equipo personal, estableciendo un momento de la jornada destinado a la evaluación del orden en la carpa o habitación, en caso que la actividad se realice en un albergue.

A medida que el alumno va creciendo se le puede ir enseñando cómo es el manejo apropiado del equipo de campamento; orientándolos así hacia un mejor uso de las cosas y lograr una mayor duración y menor deterioro de las mismas. Por ejemplo se les puede instruir sobre la importancia de “airear” las bolsas de dormir. Cómo hacer un uso correcto del cuchillo. Enseñarles aspectos importantes sobre el cuidado en el manejo de la mochila; inclusive (sobre todo para alumnos en edades más avanzadas), existen técnicas de armado de mochila que especifican la distribución del peso en la misma, de acuerdo a la actividad que se están por realizar como una ascensión o para un descenso o para marchas con distancias prolongadas.

No nos debemos olvidar que los alumnos están en pleno proceso de aprendizaje y que, en el mejor de los casos, en su familia también se está trabajando esta virtud del orden, con la aparente falta de éxito. Pero por el sistema de puntajes y con el tratamiento recurrente en la reflexión sobre este aspecto, se puede hacer vivir a los alumnos una experiencia muy positiva.

Otro aspecto no menos importante del orden es que el chico vaya reconociendo “tiempos” que son propios de cada actividad, con sus ámbitos concretos. Por ejemplo, las habitaciones o carpas sólo son para dormir o para ponerse la ropa apropiada para la actividad que se está por realizar. Que hay horarios de higiene y horarios de comida, y a estos momentos es muy conveniente manejarlos con lo que David Isaacs denomina “cadena de sucesos” a las cuales hemos hecho referencia oportunamente.



[1] ISAACS, David (1986) La Educación de las Virtudes Humanas, 8° Edición, Pamplona, EUNSA. Pag 123

[2] ALCAZAR, Jose A. COROMINAS, Fernando (2001) Virtudes Humanas 2° Edición, Madrid Hacer Familia Pag. 32

[3] ALCAZAR, Jose A. COROMINAS, Fernando (2001) Virtudes Humanas 2° Edición, Madrid Hacer Familia Pag. 186

BREVE REPASO DEL CAPITULO




EVALUACIÓN

¿Qué tiene que ver el orden con las tomas de decisiones en una actividad?

¿Qué agregarías a este capítulo que no se haya expuesto o que quizás se debería profundizar?