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"El buen funcionamiento de la escuela depende sobre todo de la calidad formativa, en la relación entre profesores y estudiantes. Los alumnos se sienten motivados para dar lo mejor de sí mismos, cuando los docentes les ayudan a percibir el significado de lo que deben estudiar, en referencia a su crecimiento y a la realidad que les rodea. Esto vale para todas las escuelas, públicas y privadas, de todos los grados".

Juan Pablo II [1]

5- AIRE LIBRE PARA LA FORMACIÓN HUMANA

Una de las bondades relevantes que ofrecen las actividades al aire libre en el campo formativo es la respuesta inmediata que recibe el alumno después de cada acontecimiento. Es decir, casi no hace falta evaluar qué pasa si un alumno no hace lo que corresponde en cada situación: por ejemplo si el alumno no toma la precaución de llevar la suficiente cantidad de agua para una caminata. En este caso la sanción o recompensa, no se hace esperar, y el alumno la sufre o disfruta inmediatamente. Por eso los organizadores de las actividades deben preparar las actividades como para que las probables consecuencias estén a la altura de lo que puede tolerar el alumno, sin producir grandes frustraciones que terminen desalentándolo.

Las circunstancias que nos ofrecen las actividades al aire libre son muy valiosas debido a que los alumnos, en general, se predisponen para estas muy positivamente y el terreno se convierte en “el maestro”. De tal manera que por medio de estas actividades se tiene la gran posibilidad de ir generando una cadena de “éxitos”, de la cual el alumno verdaderamente es protagonista, ya que recibe la satisfacción inmediata de disfrutar lo alcanzado con su esfuerzo. El docente debe acompañar este proceso aconsejando lo que para el alumno alcance los objetivos, esto es lo mejor en este tipo de actividades. Animándolo permanentemente se abre un gran camino que le permita al alumno ir consiguiendo de a poco metas cada vez más superadoras.

El staff que está a cargo de cada actividad no debe perder de vista el carácter formativo de estas, y aprovechar el campo de aplicación que se les ofrece, teniendo en cuenta los aspectos más apropiados para cada una de las edades y así implementar un plan de práctica de hábitos buenos, tales como la perseverancia, el compañerismo, la creatividad, etc,, acompañando las poderosas experiencias vividas con momentos de reflexión que confirmen la intencionalidad de los actos que se han realizado, este punto es fundamental.

Uno de los principios básicos de la ética y la educación es que la repetición de actos va formando hábitos en los alumnos, los cuales si son buenos se convierten en virtudes. Pero deben contar con la recta intencionalidad para que se transfiera a la conducta que lo regirá durante toda su vida. David Isaacs puntualmente sobre este tema expresa: “…aumentar la intencionalidad respecto al desarrollo de las virtudes y para ello pueden reflexionar sobre dos aspectos que son constituyentes de una virtud. Me refiero a la intensidad con la que se vive y la rectitud de los motivos, al vivirla”.[1] Estamos “parados” sobre el aspecto central del trabajo, si la repetición de actos es importante e incorpora en el alumno una serie de hábitos, estaríamos al filo del “adiestramiento” y no de la educación si no se toma el tiempo necesario para la reflexión sobre el tema central de la conducta. ¿Por qué se hizo esto?. Al lograr el objetivo, ¿Te sentiste feliz?. ¿Qué grado de felicidad? Esto que has realizado ¿Se puede ofrecer al Señor? A demás de agradecer obviamente, porque se logró nos solo con el esfuerzo del alumno, sino que sin duda estuvo la mano de dios en el logro del objetivo. Este aspecto ante una realidad tan palpable como las que nos ofrecen las actividades al aire libre no se pueden dejar pasar. Por este punto tiene que pasar la evaluación de los distintos momentos del campamento y necesariamente la evaluación final del mismo, esta evaluación distendida, en el marco de una profunda sinceridad, sin necesidad de forzar a los chicos, cuidando que los pueda inhibir para expresarse. A demás no hay que dejar de tener en cuenta que lo que expresa un chico puede caer en el corazón de alguno que no que no se animó a hablar. Este delicadísimo momento de la actividad debe tener como premisa la total espontaneidad

Por ejemplo, si luego de alcanzar la cumbre de un cerro se hace una reflexión poniendo énfasis en que se logró el objetivo con esfuerzo y -en varias oportunidades- superando dificultades. A eso se le llama perseverancia siendo ésta la forma en que se obtendrán otros logros dentro de los más variados campos de la vida, como el estudio, el trabajo, sacando una familia adelante, etc.

Rescate de la actividad, o momento de reflexión posterior a la misma.

Este aspecto se debe programar no debe faltar dentro del programa de las actividades al aire libre sea cual fuere, al punto de llegar a desvirtuar completamente el objetivo que pretendemos alcanzar. Consiste en contar con breves minutos de reflexión después de cada actividad, tarea o juego que se realice o previamente a ella según sea conveniente.

En el próximo punto trataremos los aspectos formativos de las actividades al aire libre, vistos desde las virtudes en particular y cómo estimular cada una de ellas. Pero se debe tener muy en cuenta que uno de los principios fundamentales de la moral es la intencionalidad de los actos, principio que de no tenerse en cuenta nos pueden llevar a movernos en el plano del adiestramiento de los alumnos y no de su formación.

Por lo tanto a riesgo de ser reiterativo, quiero poner en énfasis la reflexión sobre cualquiera de las actividades que debe llevar a los alumnos a sacar provecho formativo de una experiencia y en definitiva encausar la rectitud de intención de sus actos, que tiene como culminación una vida ofrecida permanentemente a Dios y en relación a ese Amor tratar de hacer las cosas en la línea del mandato evangélico “sed perfectos como vuestro padre es perfecto”.



[1] ISAACS, David (1986) La Educación de las Virtudes Humanas, 8° Edición, Pamplona, EUNSA. Pag. 41


BREVE REPASO DEL CAPITULO



EVALUACIÓN

¿Qué entiendes por “respuesta inmediata, después de cada acontecimiento?

¿En la realidad que vives y de a cuerdo a la invasión de la alta tecnología que invade el mundo, como consideras que son las expectativas de los alumnos en relación a las actividades al aire libre?


¿Qué importancia le atribuyes a la intencionalidad de los actos en las virtudes?¿Por que?
Muy brevemente

¿Qué le dirías a un grupo de alumnos que llegó a la cumbre de un cerro?

¿Entiendes el concepto “rescate de la actividad”?

Por favor exprésalo con tus palabras.

¿Qué agregarías a este capítulo que no se haya expuesto o que quizás se debería profundizar?