Breve Descripción de la virtud:
Para Aristóteles es la “recta ratio agibilium”, recta razón en el obrar, pero desde una perspectiva cristiana es “Una virtud infundida por Dios en el entendimiento práctico para el recto gobierno de nuestras acciones particulares en orden a un fin sobrenatural” [1] En el lenguaje actual corriente, prudencia significa que una persona ejerce una justa cautela, mientras que para la mejor tradición cristiana, prudencia significa el pleno y confiado ejercicio de un verdadero amor y de una sabiduría práctica”[2]. El prudente es el que en su trabajo y en las relaciones con los demás, recoge una |
Propuesta de trabajo sobre la virtud de la Prudencia desde las Actividades al Aire Libre
Esta virtud es la conductora de todas las demás virtudes, es la piedra fundamental que da sentido a todas las demás y por lo tanto las orienta.
Si bien esta virtud se viene trabajando implícitamente junto con todas las virtudes, como se apuntó desde un principio, la edad adecuada para que se manifieste con más claridad es la que corresponde a alumnos que se encuentran en las edades alrededor de los 16 años, a esta altura ya tienen la edad y experiencia apropiadas para trabajar en los aspectos que conforman esta virtud.
Con respecto a los docentes la virtud de la prudencia es fundamental, porque es la guía fundamental de la intencionalidad del obrar. Esta virtud nos orienta sobre el motivo por el cual obramos y hacemos obrar a nuestros alumnos ¿Cuál es el criterio de trabajo?. ¿Este criterio responde a caprichos del docente, o trata de responder a las verdades eternas y con ese solo objetivo encolumnar todos los criterios anteriores?
La prudencia ilumina sobre todo con relación al fin trascendental de las virtudes y por otro lado nos hace ver cómo en realidad estas son tales, en la medida que se van encarnando en la persona.
La raíz y fundamento de cualquier virtud es el de acostumbrarse a obrar con los criterios rectos de cada movimiento en
Si no tenemos muy en cuenta este aspecto de las virtudes, corremos el riesgo de quedar solo en el plano de los fines naturales, con una serie de estrategias didácticas, perfeccionando el desenvolvimiento de los alumnos pero sin lograr que se grave en el corazón un fundamento sólido y para toda la Vida.
Uno de los aspectos básicos de la prudencia es tener memoria de lo vivido, y este es uno de los factores por el que se sostiene que esta virtud es ideal para trabajar con alumnos adolescentes mayores. A esta altura del programa de actividades al aire libre, se supone que han tenido varias experiencias y los alumnos participan de forma mucho más activa en la planificación de las mismas, siendo su aporte altamente conveniente.
Es una etapa en la que los alumnos deben desenvolverse solos, sobre todo en lo que respecta al manejo de sus cosas personales. Y es el momento para reflexionar en profundidad sobre las distintas actitudes. A esta altura el alumno debe ser mucho más criterioso y se pueden compartir con ellos opiniones, sin dejar de lado la autoridad del docente quien es el que tiene el poder de
Por lo pronto el rol del docente debe ser el de dotar a los alumnos de la mayor cantidad de
Concretando un poco más con relación a cómo se trabaja la prudencia en las actividades al aire libre, cabe apuntar que la organización de algunos programas, permiten compartir criterios entre docentes y alumnos, en cuanto a lugar, fecha, actividades que es apropiado hacer en el escenario elegido, etc. Con pasos pequeños se puede ir avanzando en la puesta en común con relación al destino de una caminata que se pretende realizar en la zona, horario que se crea oportuno realizarla, etc.. Siempre brindando la mayor
El docente debe poner los límites de lo razonable y pedir los criterios desde los cuales entienden que esa es la decisión adecuada, y aunque según lo que perciba el docente, aprecie algún error (que no acarree grandes consecuencias para la seguridad
Lo importante es que los alumnos se sientan responsables en un alto porcentaje del logro de un éxito aún cuando tengan aspectos que se puedan mejorar. El estímulo permanente y otorgar protagonismo a los alumnos es base para el crecimiento en
Paulatinamente se debe ir subiendo en la dificultad de los desafíos a los que los enfrentamos poniendo a prueba su prudencia, pero también aumentando proporcionalmente la magnitud de los logros alcanzados.
Uno de los primeros aspectos sobre los cuales se puede trabaja concretamente la virtud de la prudencia será en la dosificación y administración de los alimentos, particularmente el agua en una marcha y a medida que el programa avanza en complejidad, deberá depender más de la mejor administración de los víveres, también sabrá donde ubicar un refugio para un pernocte, qué camino seguir de acuerdo a un buen criterio de navegación terrestre, etc. Lo que cualquier chico experimentado en actividades al aire libre tiene muy claro, es que su desarrollo no es algo cómodo y que al lado de cada logro hubo generalmente una gran cuota de esfuerzo.
[1] ROYO MARIN, Antonio O.P. (1968) Teología de
[2] ROMANUS CESSARIO, (1998), Las Virtudes, 1° Edición Valencia GUADA, Litografía S.A. Pag. 134
[3] ISAACS, David (1986) La Educación de las Virtudes Humanas, 8° Edición, Pamplona, EUNSA. Pag. 335
EVALUACIÓN
¿Entiendes que hay una contradicción entre el trato que hacemos del concepto “tiempo” en este capítulo, con relación al que lo hicimos en el anterior?
De acuerdo a tu criterio ¿Con quien es más fácil vivir la virtud de la obediencia en un campamento o actividad. Con los niños menores o con los mayores que tengan experiencia en estas actividades?
Describe una actividad de campamento en la que estimularías precisamente esta virtud
¿Qué agregarías a este capítulo que no se haya expuesto o que quizás se debería profundizar?