Breve Descripción de la virtud:
El optimista confía, razonablemente, en sus propias posibilidades, y en la ayuda que le pueden prestar los demás y confía en las posibilidades de los demás, de tal modo que, en cualquier situación, distingue, en primer lugar, lo que es positivo en sí y la posibilidades de mejora que existen y, a continuación, las dificultades que se oponen a esa mejora y los obstáculos, aprovechando lo que se puede y afrontando lo demás con deportividad y alegría.[1] |
Propuesta de trabajo sobre la virtud del Optimismo desde las Actividades al Aire Libre
La virtud del optimismo es lo opuesto a la tibieza, se asienta necesariamente en una esperanza inquebrantable haciendo que se camine con paso ligero, no sólo superando sino aprovechando los obstáculos para avanzar en el camino a la
No son pocos los autores que dicen que es la virtud fundamental de los educadores. En la virtud del optimismo se relaciona la prudencia con
Tratando de ser gráficos el optimismo avanza a la máxima velocidad posible hacia el bien, una vez estudiadas cada una de las circunstancias que nos separan de él.
En este aspecto, se debe producir más que una sinergia, una simbiosis entre los alumnos y los docentes para encarar programas que llenen de entusiasmo y permitan desarrollar proyectos siempre jóvenes. El trabajo de esta virtud está reservado para los que supieron descubrir todo lo que las actividades al aire libre aportan para la educación, estos necesariamente, si vivieron experiencias positivas, sabrán ver oportunidades para avanzar en el camino de unión con el Señor.
El optimismo tiene que ver con el tema apuntado oportunamente de la relación dialógica del hombre con la naturaleza, si se han vivido buenas experiencias, docentes y alumnos unidos en un equipo de trabajo, reconocerán en el marco de las actividades al aire libre, más allá de los días de lluvia o de sol sofocante, cómo es propicio para vivir experiencias altamente gratificantes y muy valiosas.
Esta virtud se puede trabajar desde los cursos menores infundiendo una mística de buen humor ante las adversidades y marcándoles paulatinamente los aspectos favorables que nos permiten las circunstancias para seguir avanzando en la forja de nuestra personalidad.
El optimismo se convierte casi en la coronación del trabajo, como motor que dinamiza a seguir tratando de hacer el bien, y está íntimamente unida al liderazgo que trataremos con más profundidad más delante.
[1] ISAACS, David (1986) La Educación de las Virtudes Humanas, 8° Edición, Pamplona, EUNSA. Pag. 93
[2] Lc. 15; 11 - 32
[3] ISAACS, David (1986) La Educación de las Virtudes Humanas, 8° Edición, Pamplona, EUNSA. Pag. 353
BREVE RESUMEN DEL CAPITULO
EVALUACIÓN
¿Cuál crees que es la bondad de trabajar en conjunto con los alumnos en la organización de las actividades al aire libre en relación a esta virtud?
¿Como interpretas la práctica de esta virtud en los cursos de niños menores?
Describe una actividad de campamento en la que estimularías precisamente esta virtud